
Filme relata el encuentro durante 25 años del fotógrafo guatemalteco con el ave, sagrada para los mayas. Es una historia que busca educar a la niñez sobre la conservación de los bosques nubosos, hábitat de esta especie.
“No sé si él (el quetzal) me utilizó para contar su historia o yo lo utilice a él para escapar de mi realidad. Nunca supe quién fue más egoísta”. Así describe el fotógrafo y productor guatemalteco Ricky López su relación con el ave cuyo vuelo lo ha seducido por 25 años y lo llevó a adentrarse en los bosques nubosos de Guatemala, México y Costa Rica para retratarlo con su lente. Esas imágenes serán ahora parte de la película Serpiente emplumada que espera estrenar en noviembre próximo, bajo la dirección del cineasta Kenneth Müller.